Es una mañana de abril particularmente seca. El sol arrecia en el parque mientras avanzan las horas. Un anciano de sombrero correctamente vestido de negro camina como quien busca algo.
Entre tantas banquetas se detiene en la más peculiar, frente a la vieja fuente sin agua. Una chica espera, está inquieta y sus manos la delatan, las frota seguido y seca el sudor en la tela de su falda, mira hacia los lados como quien espera algo.
–¿Puedo sentarme?–Pregunta el anciano–
–Hay tantas vacías. Pero siéntese, casi me voy
–Dices bien Zoe, tu momento ha llegado
–¿Cómo sabe mi nombre?–Se altera de pronto–
–Sé todo sobre ti, me enviaron a buscarte
–¿Mi padre se atrevió de nuevo?
–No. Soy el hombre del sombrero
–Disculpe, espero a alguien y pronto llegará
–No se volverán a ver, al menos no en esta vida
–¡Dígame que quiere o le juro que grito!
–Quiero que vengas, igual nadie va a escucharte y el calor es sofocante. Te explico, naciste el domingo tres de abril del año dos mil cinco a las cuatro menos diez de la madrugada, tienes una cicatriz en la ingle, tu período son los trece, amas el estofado y extrañas a tu madre. ¿Quieres más? Te hemos observado siempre, pero esta mañana cruzaste sin ver a los lados. Es todo Zoe, se acabó. Ven.
La banqueta quedó vacía, al llegar su novio aguardó intranquilo como quien teme algo.
Esperó horas hasta recibir esa llamada. Zoe no llegará.
FIN
SUBURBIA BOOKS
miércoles, 2 de febrero de 2022
ZOE NO LLEGARÁ (Microrrelato 250 palabras) Sheikong
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