LA MIERDA SALVA (Microrelato)
Corría el año 1915 y mi abuelo
Fortunato servía en el frente en la Primera Guerra Mundial cuando le dieron
ganas de cagar, por lo cual corrió de la trinchera a un caño infinito, estando
allí hubo un ataque del enemigo y acabaron con su pelotón, mi abuelo pensó: La
mierda salva.
Años atrás caminaba a pedir la
mano de Lorenza mujer de gran cola y a dos casas de llegar le entraron ganas de
cagar repentinas y tuvo que devolverse, nunca pidió su mano pero ella cinco años
después apuñaló a su esposo mientras dormía y se suicidó en un ataque causado
por una enfermedad mental no diagnosticada según la autopsia, mi abuelo dijo:
La mierda salva.
Cuando niño entró a robar unas
manzanas con sus primos y fueron sorprendidos por el propietario quien disparó
su escopeta, en la huida mi abuelo quedó atrás y al momento del disparo pisó
una cagada porcina suave como pomada, se agachó a sacar el zapato trabado y una
bala pasó a centímetros de su cabeza haciendo un dibujo en la oreja de su primo
Enzo, mi abuelo dijo: La mierda salva.
Y hasta el día en que fue
concebido, sus futuros padres estaban detrás del establo escondidos con los
pantalones abajo cuando fueron sorprendidos por la envidiosa prima gorda
Giuseppina quien se cagó del susto, corrió avergonzada a asearse y nunca
pronunció nada, la madre preguntó: ¿Y eso que fué? Su padre sonriendo respondió:
La mierda salva.
FIN
Me reí por la frase que sirve de título y que se repite como conclusión al final de todos los párrafos pero la verdad es que es ingenioso el microrelato. ¡Aplausos!
ResponderEliminarQue locura jajaja pero lo salvó
ResponderEliminarSaludos!
ResponderEliminarBuen microrrelato y muy útil instrumento para el desestré en estos tiempos infernales en los que hemos metido al país.
Gracias Hermes! Asi es bro!
ResponderEliminarJajaja muy bueno!
ResponderEliminarMuy bueno jaajajaja me gusto
ResponderEliminarBueno,me gusta,muy dicharachero y al alcance de la compresión de todos
ResponderEliminar