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domingo, 5 de diciembre de 2021

CAP 3 / MI MEJOR Y UNICO AMIGO


Una joven pareja se ha venido a menos económicamente, se desesperan y piden ayuda a unos familiares para poder vivir en su casa mientras salen adelante.  Pronto sus hijos descuben el horror, la indolencia y el maltrato por su condición, verán que la vida en esa casa no es lo que ellos esperaban y sumado a eso unos extraños seres se encargarán de convertir su experiencia en algo inolvidable.

                                            CAP.3  /  MI MEJOR Y ÚNICO AMIGO

Supe de un escándalo no menor que fue imposible de esconder: El tío Cleto fue atacado por un animal con garras mientras orinaba en la madrugada en el solitario patio, quedó muy mal de salud y supe que días después algunos primos sufrieron ataques nocturnos inexplicables. Llenos de rabia, los adultos iniciaron la búsqueda de la criatura, sin hallarla. Recuerdo que la noche siguiente al ataque el pequeño ser subió hasta mí y se acercó para dejarme un resto de tela bañado en sangre sobre mi cama, días después entendí que era parte de la pijama que tío Cleto vestía para el momento del ataque, fue aterrador pero fascinante. 

Las semanas siguientes estuvieron llenas de tranquilidad, con el tío recuperándose y los primos aún asustados teníamos el patio exclusivamente para nosotros y algunos niños de los hogares cercanos. Entre ellos debo hablar de Dieguito, un niño que pasaba su vida en silla de ruedas debido a una enfermedad temprana que le afectó por la falta de vacunas.  Desde el primer día logramos conectarnos, a él le gustaba desplazarse rápido con su silla y yo gozaba empujándolo simulando ser un piloto de careras. Dieguito tenía dos cualidades indispensables para ser mi mejor y único amigo: Amaba el futbol y también podía ver a los pequeños seres.  Pasábamos horas dibujándolos y conversando acerca de ellos así como también yo lo entrenaba para que se convirtiera en el primer jugador de su categoría en silla de ruedas.

Esa fue una de las más tempranas muestras de amor que recuerdo y que me marcó para siempre. Aún en estos días me lleno se nostalgia cuando veo a mis hijos jugando futbol con los chicos de la cuadra. Fui un niño muy feliz gracias los monstruos que me acompañaron hasta hace unos años cuando decidí casarme y viajar a la capital. ¿Qué fue de la vida de Dieguito?  Se convirtió en parte de mi vida por aquellos años, nuestra amistad se fortalecía y los monstruos lo cuidaban con tanta ternura que sentía envidia.

Mi mejor y único amigo murió la tarde de un sábado a causa del polio, eso lo entendí años después. Dos días antes de irse me entregó un papel con indicaciones para cuidar de los monstruos y del suyo en particular, el papel aun lo conservo conmigo y al menos una vez al año lo leo con cariño y nostalgia.  Los monstruos se las arreglaron para despedir a Dieguito en el cementerio, ese día llovió a cántaros y  eran muchos, estaban repartidos por los matorrales y detrás de los muros, a diferencia de los adultos los pude notar. Horas mas tarde no los vi en mi cuarto, supuse que se quedaron a cuidar de Dieguito en su primera noche solo y a despedirse a su manera.

Meses después intentaron exhumar su cuerpo por asuntos científicos relacionados a los avances de la vacuna contra el polio y su cuerpo no estaba allí, todo el pueblo se alarmó y hubo pánico pero yo sé que fueron ellos, no sé qué hicieron pero estoy seguro que lo dejaron libre a su manera.  Esa vieja conexión se mantiene hasta estos días y sé que su poder oscuro y tierno habita en mí.  Gracias monstruo, nos vemos pronto.

FIN

Dedicado a la memoria de mi hermano Juan Chacón (1962-2017) quien estuvo conmigo en la casa de los monstruos. Te amo profundamente y nunca te olvidaré.

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