«Jesús, acabas
de entrar a la historia como el segundo entrevistado de la sección INTRASIGENTE de Suburbia Books. Me
gusta definirte como un pana de alto rendimiento. Eres una persona conocida en las redes, que se ha ido haciendo
a sí mismo gracias a tu pasión por lo
que haces. Dueño de un talento desarrollado y trabajado hacia la ilustración,
conocido por tus trabajos subidos de tono, por las Torrealba Girls y por ser un
porno artista sin ser un actor porno. Eres un
profesional exigente, constante y muy productivo. En lo personal eres
comunicativo, cercano, sencillo y super farandulero. Así que estamos entre panas, bienvenido Jesús»
SB: ¿Antes de avanzar como te definimos? ¿Artista
visual, Dibujante Porno ó Morbosito Gráfico?
Yo creo
que soy un artista visual, lo que pasa es que es un rango amplio, le coloco el
“porno” sobre todo para que la gente culta, de nariz respingadita sepa a qué
atenerse, así dirán: “Ya sé por dónde va este tipo, ni lo voy a ver (Risas) En realidad soy un artista visual y un curioso
de muchas vainas, para mí el arte, la parte gráfica y visual es un escape, una
terapia. Tu que escribes, yo que pinto,
los que hacen cine, fotografía, etc. saben que lo que uno escapa de una
realidad paralela por un ratico para disfrutar, así es como comienza uno.
Claro,
todas esas definiciones son un tanto engañosas, porque mi acercamiento al arte
es a través de lo visual, pero también restauro muebles que consigo botados en
la calle y lo hago de modo aficionado, trabajo el Bonsai con un poco más de
experticia aunque no de modo profesional, lo que quiero decir es que no entran
en el campo de las artes visuales, así como también me gustan las artes manuales…obviamente
(Risas).
SB: ¿Cómo fue esa infancia en casa? ¿Algún recuerdo lejano?
Lejano…lejano…recuerdo
cuando el hombre llegó a la luna, ver a Mohamed Alí en blanco y negro, el cine
de horror de los años 50 y 60 en la tv.
Esas películas me influyeron sólo que no sé el momento exacto, pero hay
cosas que sí sé: Sé que la televisión era en blanco y negro, sé que mientras
más fantástico, truculento y que tuviera una mezcla entre hermosas mujeres y
monstruos o marcianos, más me atrapaba.
Nunca sentí miedo, además eran unas películas que ya eran viejas pues
estoy hablando de los años 70, cuando fueron grabadas tenían una calidad
tecnológica, de efectos y trucos muy deficiente, precisamente por eso creo que
se las vendían a los canales nacionales y yo me calaba toda esa antología de
cine de marcianos y horror serie B, los animados, etc. Estoy hablando de todo
lo que vi que enlaza con mi trabajo artístico y eso me marcó mucho: Los mundos
fantásticos. Porque los relatos que tenían que ver con la realidad, nunca me
engancharon mucho. Prefería el horror y el cine fantástico, mas no la ciencia
ficción que es otra cosa, me refiero a esas obras que hablan de otros mundos
pero que no tienen una explicación científica detrás, más bien un paroxismo
bizarro, eso me encantaba, eso marcó mucho mi trabajo.
He tenido algo muy claro y es que yo ya dibujaba desde la infancia, desde que tengo uso de la razón, yo terminaba de ver por ejemplo “La criatura de la laguna negra” y pasaba cuatro días dibujando el monstruo de memoria porque no había cómo grabar. Tenía que sentarme a ver la televisión con los ojos bien pelaos detallando cada particularidad de la imagen y después eran días dibujando eso, buscando también si salía algún recorte en el periódico o en una revista que me trajera mi papá a quien también le gustaba ese tipo de material alucinante. Como yo no podía hacer cine ni meterme en una película ni hacer dibujos animados empecé a dibujar cómics, porque el cómic tiene la maravilla de la secuencialidad, tú haces una ilustración y gozas un puyero, pero no tiene toda la narrativa que puede tener una película o un relato, el cómic si, puedes contar una historia a tu antojo, solo que tienes que tener el talento para contarla.
SB: Entonces tu papá era tu cómplice, ¿Tu familia no te impedía ver ese tipo de películas? ¿Alguien más te acompañaba a verlas?
Toda la
familia, puedo decir muchos defectos de
mis padres, pero definitivamente no eran muy represores acerca de las
inquietudes artísticas que pudiéramos tener porque eran coleccionistas de arte,
mi mamá es profesora de arte y aunque no lo crean la mayor influencia era de mi
papá que era abogado y en su última etapa fue escritor. La fiebre por el arte era de mi papá, el Derecho
era parte de su vida pero sabía mucho de cine y arte en profundidad, entendía
el lenguaje y la narrativa de los comics.
Mi mamá lo manejaba desde el punto de vista de una profesora, más
académico pero ambos eran bien laxos a la hora de las previsiones y nos dejaron
verlas, había mucha complicidad pues mi papá traía por ejemplo una revista de
“Monsters del cine" o traía una “Vampirella” o un tipo de cómic bizarro, siempre
que fueran cuestiones de monstruos enlazados con la literatura como Drácula,
que tiene que ver con cultura, con Europa y había mucho respeto en eso. Mi acercamiento al comic no fue por el lado
de los superhéroes sino por el horror, aunque al igual que los chamos de la
época lo primero que vi fue revistas de héroes, pero un día me llevaron a la
barbería y me topé con ejemplares de cuentos de misterio, justamente con todas
esas películas locas pero narradas en historietas cortas y allí se me acabó la
fiebre por los superhéroes y me fui por la vaina fantástica-loca y ya siendo
adulto le puse el ingrediente que tienen todas esas películas pero que en aquel
momento yo no sabía: La carga erótica.
Por cierto
recuerdo que en esa barbería estaban unos ejemplares de La Dimensión
Desconocida, Boris Karloff presenta, Relatos Fantásticos, Cuentos de Misterio e
Historias Fantásticas que eran versiones mexicanas Novaro, muchos de ellos
eran programas de televisión, allí estaba Sombras Tenebrosas que era una
telenovela de vampiros inglesa y que fue llevada a los cómics, ¡Eso era
alucinante!
SB: ¿No te llevaron al sicólogo ó lo
intentaron?
No me
llevaron, pero mi papá siempre tuvo duda acerca de nuestra condición, pero era
dada más bien por dudas acerca de su propia condición, hoy día yo me enteré, un
poco tarde aunque creo que fue mejor, por protección (Risas) que todos nosotros
tenemos Síndrome de Asperger que es una forma de Autismo, muy leve, muy
funcional y con el cual nos podemos relacionar medianamente bien, nos
relacionamos socialmente con el resto de las personas pero tenemos ciertas
características como obsesión compulsiva, etc. y eso viene por mi papá. Me imagino que él intuía que había algo que
no estaba bien atornillado en él (Risas) y lo temía en todos nosotros, en
efecto lo tenemos pero es un rasgo muy débil, no tan potente como lo tenía el o
sus nietos, ya mi hijo lo tiene muy definido por cierto y es que también existe
un diagnóstico clínico, es otra cosa ahora.
SB: Entonces era imposible que fueses en el
colegio el niño jocoso, el líder ó el abusivo.
Yo no era
ninguno de esos, para nada. Pero si me salvé de los abusivos porque todos ellos
querían que los dibujara y a veces las niñas también, en todo lo que fue
infancia, colegio y hasta el liceo mi relación con las jevas fue muy limitada
por el mismo asperger, digo yo aunque le llamaba una “timidez fuera de lo
normal”, yo me limitaba a cumplir con los requisitos académicos para evitar
problemas, fuí muy travieso pero nunca hice “bulling” más bien dejaba de entrar
a clases por estar buscando saltamontes, hacía vainas de nerd, de freaky. Y generaba dibujos de todos tipo menos
erótico pues yo era muy inocente, hasta que después del desarrollo dije no, por
allá es que me voy (Risas) pero lo mío era el horror, dibujos del hombre araña,
de personas, de compañeros de clases y con eso me ganaba la simpatía y el
respeto.
SB: Ya pinta como un buen guion (Risas) ¿Y
dibujabas a las niñitas? ¿O no se te había despertado ese instinto mini porno?
Será en
todo caso un guión de una película bien aburrida, ojalá tenga un buen final
(Risas). Pero no, no me interesaba para nada la figura femenina, pero me
llamaba mucho la atención la reacción de las chamitas cuando yo dibujaba un
monstruo realmente repugnante y se asustaban, era como el único modo de
afectarlas. Yo sabía que había algo
interesante en las chamitas como en las coprotagonistas de las películas de
horror, porque siempre pegaban sus alaridos, luego entendí el juego, de adulto
yo capté el metamensaje ni tan oculto, pero de chamo yo decía que esas mujeres
eran muy lindas como por ejemplo en “El
monstruo de la laguna negra” yo veía esa criatura tan horrible al lado de esas
mujeres tan lindas, blancas y simétricas pero no tenía aún interés sexual,
pero con las niñas si me encantaba que hicieran fila para ver el monstruo tan
espantoso que yo había hecho, eso sí me gustaba, hasta ahí llegué…imagínate que
freaky yo (Risas)
SB: ¿Te enamoraste de alguna maestra? Creo que
todos lo hicimos
Sí, pero
catalogado como un amor platónico…se me hace muy difícil hacer nexos con ese
antes porque yo como que lo contaminé todo (Risas), había unas dos maestras que
eran mis preferidas, algunas alumnas y ya en bachillerato si definí bien mis
gustos, pero fui demasiado inocente para eso.
SB: Al crecer, llegaste al liceo y lidias con hormonas,
chicas, distracción, deberes y cambios ¿Cómo atravesaste esta etapa? ¿Fue
traumática ó utilizaste tu “superpoder” del dibujo para zafarte nuevamente de
los abusivos y otros?
Efectivamente
usé el “superpoder” (Risas), yo vine a estar claro con lo que sucedía en la
adolescencia a los 17 años, antes de eso era un niño. Hoy en día recuerdo
algunas cosas y entiendo que eran señales claras de algún interés que iba más allá,
no lo pillé y así me pelé una buena cantidad de oportunidades (Risas), digamos
que el acercamiento a las jevas que es muy importante en esa etapa yo me lo pasé
por alto y eso me pesa. Creo que mi
adolescencia no fue todo lo feliz que debió ser por esa tontería o por esa
condición, primero por la inocencia y luego por la timidez. Aparte de eso me gocé todo mucho,
precisamente por usar el “superpoder” me salvé de una cantidad de bulling y de
problemas. El resto de las cosas que no
son las novias, ojo no le quiero quitar el valor a eso, pero lo demás lo
disfruté muchísimo como las minitecas, las
jubiladas, todo lo que fueron los años 80, la música, toda esa época para mí
fue fantástica y tengo magníficos recuerdos.
Las amistades entre panas, la solidaridad, ese tipo de vainas estuvieron
muy bien a pesar de que había carencias
económicas, no como las de hoy, pero sí las había ya que éramos una familia grande
de clase media baja, somos cinco hermanos, pero me la pasé en general muy
bien. Si hago un balance acerca del trauma
lo único que veo son unas buenas oportunidades que desaproveché terriblemente
con las jevas, yo salí de bachillerato a los 16 años así que sería como a los
18 cuando entro a la universidad y me activo en esa área (Risas)
SB: Osea que si te graduaste a esa edad fuiste
un buen estudiante ¿No?
Fui muy
buen estudiante en la primaria y la hice muy rápido, en el bachillerato repetí
un año pero creo que me salvó hacer una primaria tan veloz, como para salir a
los 16 años. Yo creo que me salte un par de años de pequeño, hice un kínder y
de allí directo para primer grado.
Pero en
realidad fui pésimo estudiante en bachillerato, salvo en algunas materias en
las que tenía facilidad o que me gustaban mucho como artística o dibujo técnico
porque me fui por humanidades. También me gustaba la química pero no sé por qué
y la sicología me encantaba pero era por la profesora (Risas) esa si la tengo
clarita, fue hacia cuarto año, pero mi balance de notas no fue el mejor
entonces gran parte de las materias las pasé porque le vendía a los profesores
dibujos, algunos eran izquierdosos y me traían las cartulinas para hacerles un
“Alí Primera” o un “Ché Guevara” y esas eran mis notas del trimestre.
SB: Nombraste
la palabra “solidaridad” y vemos en las redes que conservas muchas amistades
del liceo, se reúnen una vez al año, toman sus cervecitas, escuchan vinilos,
etc.
Si vale,
yo tengo mis panas del liceo, esos mismos que tú conoces. Es más, tengo panas del colegio ya que como
yo nunca me he mudado de La Pastora, conservo el mismo círculo y nos la
llevábamos muy bien. Los 80 fue una
época muy mágica, demasiado. Por ejemplo
en mi caso que estudié en Catia en un liceo donde las coñazas eran algo normal,
me mantuve usando el “superpoder” de los dibujos y no caí en esas vainas. Y amigas de liceo tengo muchísimas, he podido
incluso entablar amistades que no hice en bachillerato por andar tonteando, pero
no perdí contacto y las redes ayudan mucho.
Retomé esas relaciones, me ha ido muy fino y con los panas, también.
SB: Te gradúas y sales de liceo, ya habías
decidido lo que querías hacer pero ¿Dónde, con quién y cómo te formaste para
sacarle punta a tus habilidades?
Enseguida
loco, apenas saliendo de bachillerato.
Es más, ni llegué a terminar las vacaciones. Todos mis hermanos tienen profesiones
académicas, uno es médico, otro abogado, otro ingeniero, periodista, etc. Yo fui el único que no terminó una carrera,
pero si empecé a trabajar antes que
todos ellos porque estaban estudiando. Uno
de mis hermanos que dibujaba muy bien pero que abandonó, me habló de un sitio
donde buscaban gente para ilustrar caratulas de VHS, así que armé una carpeta
con unos buenos dibujos de alta calidad que hice en bachillerato, como por ejemplo
uno de Madonna, Brooke Shields o Silvester Stallone con gran nivel de detalle y
obsesión que creo que si los hago ahora no los logro igual. Me armé una especie de portafolio publicitario
sin saber que eso existía, yo solo era un fan y lo que hacía era hacía fanarts
de todo lo que yo veía como James Dean, Terminator, Marilyn Monroe, caricaturas
de Simón Díaz, etc. Yo no sabía nada del mundo de los ilustradores e ignoraba
por completo cómo se movía eso, yo pensaba que todo eso se hacía afuera en los
Estados Unidos, entonces me fui hasta un sitio en Las Mercedes, mostré los
dibujos e inmediatamente me dieron el empleo y con un sueldo mejor que el de
mis padres. (Risas)
Yo ganaba
muy bien ya que los ilustradores eran muy bien pagados antes de la era digital,
antes de la llegada de la computadora un buen ilustrador no solo dibujaba las
carátulas, los avisos o los carteles sino que dibujaba las letras, la
composición y el diseño gráfico, todo eso dependía mucho de un trabajo manual y
lo pagaban muy bien. Curiosamente lo
hacía pura gente mayor, yo trabajaba con argentinos, españoles, uruguayos y
ecuatorianos de más de 40 años de edad mientas yo tenía unos 17 años a lo
máximo, por cierto al comienzo no podía cobrar los cheques y ya luego de cumplir la mayoría de edad, comencé a
cobrar mi vaina.
Allí comencé a aprender la parte formal del trabajo del ilustrador publicitario, además que la parte de las carátulas del cine era como algo mandado a hacer para mí, pues había una empresa llamada Supervideos y Venezuela era un país pujante, no era primer mundo pero había mucha plata y emprendimientos con dinero, venían argentinos, uruguayos, españoles, etc. porque aquí se estaba moviendo el dinero sabroso. Habían unas empresas que vivían de lo siguiente: Se compraban películas “pichache” de muy baja categoría en Italia, eran policíacas de bajo presupuesto con Jean-Paul Belmondo, de italianos tipo Franco Nero que habían hecho westerns en su época, actores que ya estaban en la decadencia y que en los 70 empezaron a hacer unos bodrios de muy mala calidad, eso lo vendían ellos en festivales a precios muy económicos. De Venezuela iban productores, compraban los derechos porque acá se hacía todo legal, eso de la piratería vino después (Risas).
A los
ilustradores nos decían que viéramos las películas, que eran unos bodrios como
por ejemplo unos italianos en Vietnam echando plomo, después de eso los
ejecutivos nos decían que hiciéramos el poster para esa película, le cambiaban
el título por ejemplo algo así como “El último Rambo” o “La Metralleta” y era
el cuerpo de Rambo pero con la cara del protagonista italiano, esa era una
forma de publicidad engañosa donde tu veías la carátula creyendo que iba a ser
como Rambo y resulta que era un bodrio de una película italiana, ahora haciendo
estas carátulas…aprendí muchísimo.
Los
ejecutivos de esa empresa viajaban constantemente por el mundo y fue allí donde
vi por vez primera un aerógrafo turbo, y ya era mucho tener uno propio por lo
costoso que eran, ellos nos consentían con lo mejor, pues éramos nosotros
quienes le dábamos vida a esas películas tan malas para que pudieran venderlas.
SB: Dado que los tiempos cambian, me imagino
que ese negocio se acabó ¿Qué continuó para ti?
Fíjate que
no me fui porque se acabó, yo apenas si duré un año allí. Al igual que los
demás artistas de esa empresa yo tenía la maña de los diseñadores de moverme por
más dinero y así lo hice, en ese momento había más demanda de trabajadores
gráficos que oferta y los que éramos buenos teníamos buenas ofertas, así que di
el brinco hacia las agencias de publicidad.
Allí hubo una ruptura porque ese tipo de trabajo de agencia ya no tiene
nada que ver con el arte, allí empiezo de nuevo con la cuestión del escapismo,
en la productora yo hacía algo bastante parecido a lo que me gustaba pero en
las agencias no. Eran fuentes bien
lucrativas pero muy aburridas, por ejemplo si tu cliente es de ropa íntima vas
a gozar un puyero, pero si vende tapas para pocetas pues “maldita sea”, allí
empecé yo a desarrollar mi arte aparte, pero ganado dinero con la publicidad.
Yo hacía lo que me daba la gana en cuanto a cómics, ya allí había una ruptura
clara entre la profesión y la propuesta como artista.
Sin embargo no me quejo para nada porque con la publicidad aprendí muchísimo acerca de los códigos, semiótica, manejo de símbolos, seducción visual, etc. Me encantaban realmente, lo que no me gustaba era aplicarlos en clientes “balurdos” y puedo decir que mi propuesta artística está muy influenciada de una forma descarada y orgullosa por los métodos de trabajo publicitarios. Nunca he creído que la publicidad no sea arte, esos purismos que dicen que la pornografía no es arte, disculpa que los enlace pero en mi caso están muy unidos. Eso es mentira, arte puede ser todo, una obra plástica, literaria o de cine puede ser arte, pero también un mueble, una película porno, una campaña publicitaria pueden ser arte ¡Claro que sí!
SB: ¿Cómo te fue con las Agencias de Publicidad y los Directores Creativos, de Arte, etc? Como te manejaste con el famoso “Haga lo que le dijeron y más na´” (Risas)
Si
supieras que no me quejo, tuve suerte porque el director de arte con el que
trabajé más tiempo, que tú lo conociste, era burda de pana y me enseño muchas
vainas. Hay un peo que tienen
los que se toman el trabajo publicitario como profesión, sobre todo diseñadores
e ilustradores, que se ponen a discutir sus propuestas. Yo entendí clarito que mis propuestas las
hacía yo en mis obras de arte y el trabajo publicitario era eso: “Haga lo que
le dijeron y más na´” solo eso, por cierto el sabio motorizado que dijo eso debieron
darle un premio (Risas). Fíjate, si un
diseñador gráfico hace una pieza hermosa y llega el cliente y se la cambia, se
va a molestar. Me refiero al diseñador
de corazón, a mí me daba risa porque a mí no me importaba, yo hacía mi mejor
esfuerzo y si el cliente luego quería hacer un bodrio con eso, no tenía
problema. Recuerda que lo mío era “el
quince y último” (Risas), con el dinero que me pagaban yo hacía mis piezas, lo
que me diera la gana y no lo mostraba a esa gente de publicidad. Pasa que la
mayoría de la gente de agencias, diseñadores, etc. no tiene una segunda propuesta
artística, pues pasan arrecheras, a mí eso nunca me sucedió.
No
significa que no hubiese algunos clientes rompe pelotas o ladilla, pero eso no
era un punto de honor para mí.
SB: ¿Cómo fue el “crossover” de ilustrador a
diseñador gráfico? ¿Recuerdas ese punto? Pasar de la mesa de dibujo a un
computador 286, 386 ó una Classic de Macintosh para la época, por ejemplo.
¡Claro, Es
correcto! En la era pre-digital yo era ilustrador y letrista, luego todo se
volvió una sola profesión, pero cuando el creativo redactaba su aviso y me
entregaba el copy yo le presentaba no solo el dibujo de la fotografía que luego
iban a colocar allí sino el desarrollo de las letras, titulares, fuentes, etc.
para que luego el montador utilizara el tipómetro para desarrollar los
textos. Había ilustradores que solo
dibujaban la figura humana, pero yo era ambas cosas. Odiaba todo lo que fuese trabajo de montaje,
lo repudiaba pues se me parecía a las matemáticas.
Luego
llegaron a la agencia las primeras Macintosh y me negaba a utilizarlas, los
montadores eran quienes recibían los cursos hasta que el dueño de la agencia me
obligó a hacer horas extras para que aprendiera a utilizar por lo menos el
Photoshop. (Risas). Cosa que hice a
regañadientes pero cuando lo conocí mejor me pareció alucinante loco y eso que
tenía como cuatro herramientas, pero me quedé pegado y lo desarrollé a mi
gusto, el resto de los programas de montaje o diagramación los manejaba muy
piratamente.
SB: Hace unos minutos le hiciste un guiño a
los años ochenta, fue una época de desarrollo de franquicias, cines, eventos,
ferias de comida, centros comerciales y muchísimas oportunidades de
entretenimiento en Caracas ¿Qué hacías para entretenerte o desestresarte? ¿Cómo
te gozabas esos días?
Es
excelente la pregunta por lo siguiente, hemos tocado el tema publicitario, yo
tenía claro que mi labor en las agencias era solo por el dinero que utilizaba
para desarrollar mis obras, así que me hice un portafolio y comencé a ofrecer
mi trabajo “freelance” y esto multiplicó mis ingresos, allí comencé a
experimentar con impresos, fui ilustrador de la revista ELITE, también de la
revista EXCESO y eventualmente como colaborador de EL CAMALEON y luego como
director de arte de la revista LA GUACHARACA y EL PANA BURDA. Empecé a sondear
y descubrí que me gustaba más el periodismo impreso, la parte gráfica, por
ejemplo hacer la caricatura de una revista top a nivel cultural y movida
caraqueña como era EXCESO, que era una revista élite en aquel momento, dirigida
por Ben Amí Fihman, a quien le toqué la puerta y resultó ser una persona súper
amable y receptivo.
Ahora,
hablando de la “Venezuelan Gozadera” citando a nuestro buen amigo Javier
Miranda Luque, debo decir que el arte es mi vida, mi gozadera porque es mi
terapia, pero también me conocí todos los bares y prostíbulos de alta y baja
categoría de Caracas, porque estaba joven, solterito y con plata (Risas). Viajé a una buen parte de las islas del
Caribe, me la pasé muy bien antes de que todo cambiara, yo era asiduo a todo lo
que era cine, teatro, estrenos, etc. Lo
que nunca disfruté fue conciertos y me perdí maravillas como Mecano y otros, he
debido vacilarme esa nota pero no soporto el ruido ensordecedor, no me atrapan
los conciertos como a la mayoría.
No disfruto de los sitios donde no pueda conversar debido a lo alto de la música –Así me guste– Eso de discotequear a lo salvaje tipo Studio 54 nunca lo hice, yo era más de playas y amigas, pero en una onda “light”.
SB: Sé que le dedicas años a un Bonsai, así como tu admiración por las orquídeas, los objetos vintage, el arte religioso ¿Qué más escondes? ¿Y con que tiempo haces todo esto?
Son vainas
que hago por impulso, tendría que retroceder al bachillerato pues mientras me
perdía de salir con las chamas, estaba haciendo Bonsai, imaginate (Risas). Ya tengo árboles que son del año 84 pero no
es planificado. Me gustan los muebles
vintage de los años 50 y 60 por ejemplo, fíjate que veo las películas de los gangsters
de los años 50, incuso las de terror, veo los mobiliarios, la ropa, los carros
y me parecen fabulosos, allí empieza mi
obsesión. Entonces me encuentro un
mueble de los años 40 botado en la calle, lo traigo, lo reparo ya que siempre
me ha gustado el trabajo artesanal como la madera y he hecho algunos cursos,
para cuando me doy cuenta ya he recogido varias mesitas de noche Art Deco y es
mi pequeña colección. Y todo se entrelaza: Me gustan las Pin Up, los desnudos y
la fotografía aunque no soy experto, además de la casa llena de trastes de los
años 50 y eso es perfecto para hace sets de fotografía Pin Up.
Estos objetos no son para estar en una vitrina para ser admirados, sino que los verán presentes en un set, en una foto caliente, con una jeva exuberante desnuda en pelotas, en un ambiente retro y allí es donde se cierra el círculo, incluso tengo fotos eróticas donde detrás de las modelos, están los árboles Bonsai. ¿Qué otras mañas locas tengo? ¡Muchísimas!, pero tendría que acordarme, no es nada planificado.
SB: ¿Cómo es el proceso para fotografiar o
dibujar a una Torrealba Girl? ¿Tu las buscas, te buscan o se da solo? Cuéntanos porque muchos nunca viviremos esa
experiencia
Eso es muy
cómico, porque en eso soy como el chamito del colegio que colecciona revistas de
monstruos y barajitas de horror, sé que va a sonar muy ridículo pero en realidad es una diversión absolutamente
infantil para mí (Risas) En vez de dejar
guardados unos realitos para las barajitas y revistas, resulta que ahora los
uso para pagarle a modelos, aunque sean sumas muy modestas. Y no es fácil por
lo siguiente: Tengo muy definido el estereotipo de lo que a mí me gusta como
mujer y también para mi trabajo y es totalmente diferente al que hay en
Venezuela, detesto los implantes, el botox, los polímeros, etc. Eso me
repugna. Yo soy vieja escuela y eso sí es un punto de honor, he dejado de hacer trabajos porque la mujer tiene
implantes. Eso me abre oportunidades con
modelos que son naturales, no son perfectas pero se acercan a lo que me
obsesiona.
Igual pasa con la fotografía: No soy un buen fotógrafo, uno bueno tiene trabajos muy bien iluminados con técnicas de alta calidad y buena resolución, pero justo la mediocridad de esa parte en mi trabajo me recuerda las revistas de los años 50 y 60 de fotografía erótica, eran revistas de mala iluminación, con sets improvisados y muchas sesiones de trabajo rápido. En las revistas que yo colecciono el trabajo era deficiente y además de eso la impresión hasta de mala calidad y con fuera de registro, ellos trabajaban con flash y se pueden ver fotos de Bettie Page con las sombras marcadas en la pared por decirte algo y si ves mis fotos encontrarás sombras que no deben estar, si las llegas a pasar a blanco y negro, fácil pasan por fotos de aquella época por los granos exagerados y los defectos, pero los defectos me gustan.
Por eso te
digo que es algo infantil, me recuerda esas revistas que conseguía de pequeño
visitando unos tíos buscando bajo el colchón o las que traía algún compañero al
colegio, esas en blanco y negro. Por eso debe ser la fijación que tengo con las
mujeres y su vello púbico natural y abundante, actualmente le tienen hasta
repugnancia al vello y viven depiladas. Yo diría que es nostalgia, que estoy
tratando de recrear el impacto que causaron en mí esas imágenes retro.
¿Cómo
contacto a las chamas? Algunas a través de amigos que rumbean y que conocen
chamas góticas o de mi gusto y me recomiendan, siempre que sean vieja escuela, no
me interesan flacas en extremo, si la tipa esta buena, está bien y punto. Otras
son contactos que hago a través de las redes, nunca ha habido problemas pues
soy muy respetuoso y claro en mi propuesta, no me lo van a creer pero no hay
nada indecente atrás, lo que hay es un trabajo fotográfico serio por el que
además pago y nunca ha ido más allá de eso y quiero que quede muy claro que yo
nunca he llegado más allá de tomar fotos a las modelos, porque además no podría
pues cuando lo hago me lo tomo muy en serio. Yo llego al buceo y al morboseo
luego del trabajo final, pero al momento estoy haciendo un viaje terapéutico a
un rincón nostálgico de una época que no existe pero que quiero atrapar.
SB: Antes de hacer un body paint ¿Te sudan las manos? ¿Tienes algún ritual? ¿Cómo son los minutos antes de hacer un trabajo así?
Ahí si lo
tengo que calcular muy bien porque el nivel de falla puede ser muy alto. Cuando te acercas a un lienzo en un
bastidor controlas todo el ambiente, pero cuando depende de la puntualidad
de la modelo, de la dificultad del trabajo, si hay electricidad al momento de
usar el aerógrafo, si la iluminación es la adecuada, es decir, hay tantos
factores externos que no dependen de mí que se convierte en un trabajo muy
estresante aunque tiene un deleite obvio, siempre va a ser mucho más sabroso
pintar sobre el cuerpo de una mujer que sobre un lienzo. (Risas) y también que
no soy un experto, hago muy pocos al año y no tengo la práctica para resolver
este tipo de novedades. Es un trabajo difícil y aun no tengo uno que yo diga:
Así es como lo quería. Aunque la gente
los ve y les gusta, pero no saben lo que tenía pensado hacer.
SB: ¿Un porno artista levanta mucho, poquito o
nada?
Sí,
levanto muchísimos peroles cuando voy a tomar una foto, trípodes, muebles,
cajas de pintura…hasta ahí. (Risas)
SB: En los trabajos que te piden del exterior
¿Qué es lo más raro, exótico, extraño, transgresor, etc. que te han pedido
dibujar?
Todos los
días hay uno nuevo, mi trabajo es para nada aburrido. Mira, hubo una chica muy
linda, norteamericana y joven, de hecho tuve que comprobar su edad. Ella se
viste estilo colono americano tipo “La pequeña casa de la pradera”, vive de hacer
shows en Japón donde gusta mucho ese estilo, me pidió que la hiciera teniendo
sexo con un robot que aparentara ser un bebé que tiene abierta la piel por
detrás y que se viera que era un cyborg.
La mayoría
de los encargos más extraños son de mujeres, los hombres son muy directos,
claros y planos, te piden dibujos de la mujer maravilla amarrada con su propio
lazo con las piernas abiertas o te piden a superchica volando con un busto
enorme y que se levante la falda. (Risas) Mientras que las mujeres son exigentes,
enrevesadas y su mente es un laberinto que es estimulado de maneras
inimaginables y eso me encanta porque aprendo mucho.
Hubo otra
chama que estaba muy enamorada de su pareja y para San Valentín quería
demostrarle su afecto con un dibujo donde se viera cómo ella se le metió
adentro por el ano, entonces lo que se veía en su ano era el rostro de la otra
chica. Ese dibujo vino con una variación
que era la piel de ella en transparencia para que se pudiera ver a la otra
chica dentro.
Otra chica
pidió un dibujo de ella siendo violada por una mata de marihuana osea una planta
de Cannabis antropomorfizada…violándola.
Luego
investigando descubrí que ese estilo lo llama “Vore” de “Devoración” o algo
parecido al “Gore” que es la violencia extrema sanguinolenta en las películas, pero
en este caso a la inversa.
SB: Hablaste de tus viajes por el Caribe y
recordé que coqueteaste con la izquierda a finales de los 80 y viajaste a la
Isla de Cuba a ver la realidad ¿Cómo te
fue con eso?
Sí, fue a
comienzo de los 90 y fue el perfecto ejemplo de “Turismo Político” porque yo
era muy comunista, socialista y admirador de la Revolución Cubana y de todo lo izquierdoso,
pero desde afuera, desde la “Venezuelan Gozadera”. Y es muy sabroso desde lejos creerse todos los
cuentos de la izquierda, mira que lo único eficaz que tienen ellos es su sistema
de promoción, todo lo demás no sirve, pero el engaño sí lo hacen bien. Y
estamos hablando que en los 90 la información por internet era muy incipiente,
pero tenía ciertas dudas y me fui a ver
las dos versiones de Cuba que escuchaba, la que describía a la isla como un
Paraíso y la de sus detractores, y ciertamente estos últimos tenían la razón y
entendí que esa vaina no va pal baile.
Hoy en día
me cuesta entender a la gente que se come esos cuentos en un mundo tan
globalizado, yo tengo la excusa de que en esos días no era tan fácil conseguir
tanta información, por eso tuve que viajar.
Tengo que
hacer una aclaratoria importante acerca de mi postura política, toda la vida
tuve claro que el sistema de libre mercado o capitalista es un desastre que
cojea por todos lados, pero el otro sistema que proponen es mucho peor, es como
querer apagar un incendio echándole gasolina.
SB: ¿Crees que este clima político y social que vivimos desde hace unos 20 años ha afectado la escena artística? ¿El balance es positivo o negativo?
Para mí es
una bendición no estar en el medio artístico, los que están allí metidos están en
una maraña donde importa más tu manejo de influencia o corporativo que tu obra en
sí. Yo como soy libre y dejé de hacer
publicidad pero hago mis encargos que resultan muy divertidos, me siento a
hacer lo mío soy totalmente libre, cuando yo hago un cuadro no me importa si se
va a vender o si va a estar en una galería, o si lo van a reseñar porque yo no
estoy comiendo de eso, los artistas que viven del medio en Venezuela, no tienen
esa libertad y se ven obligados a hacer concesiones, y tampoco conozco el
trabajo que hacen actualmente, entonces no sería objetivo de mi parte dar una
opinión así, porque no estoy allí.
Intenté entrar en los 90 enviando piezas al Salón Pirelli, al Michelena
y reboté en todos, pero como yo lo hago por terapia o necesidad a mí no me
importa, yo tengo que pintar o sí o sí.
Para
cerrar el tema político, mi pensamiento actual es el siguiente: El problema de
una situación tan fuerte como la ha vivido Venezuela deriva del pensamiento generalizado
del venezolano per se, es decir, tu ahorita por obra de magia quitas a los
actuales mandatarios y colocas a los que se les oponen y va a haber un
desastre. Quizá sea menor en algunas
cosas y peor en otras, pero es una cuestión de condición humana. No se hubiese llegado a donde se llegó si la
condición humana nuestra fuese distinta. Hay países por decirte algo como
Noruega donde llega la izquierda y el país funciona, después llega un
pensamiento neo liberal y el país funciona, pero es que ese país funciona por
la gente, no por la política. No quiero
quitar responsabilidades a quienes la tienen,
el gran problema de Venezuela no son los políticos, es el venezolano en
general.
SB: Siendo un país caótico ¿Cómo te va con las
exposiciones? ¿Hay más ahora o antes?
Es
evidente que no hay ni la octava parte de lo que hubo en los 80 y en los 90,
decayó por la crisis económica, la gente está buscando qué comer. La movida
artística esta mermada e ideologizada, eso es innegable y no hay que estar
metido en el medio para saberlo, cualquiera que vaya a una galería puede
constatar cómo la están pasando e igual si va para un museo, verá cosas
increíbles. Yo he estado alejado pero sí he logrado exponer, hace poco hice una
mini exposición en el Museo de Ciencias Naturales, a través de las redes hay
algunas iniciativas que eventualmente me convocan, yo asisto con mucho gusto,
pero ya no le invierto esfuerzo a eso.
SB: ¿En qué andas en este momento? ¿Alguna
primicia por ahí?
El próximo
mes viene una expo del cómic nacional y allí estaré incluido en la parte de
comic erótico, no estoy tan alejado como para desaparecer ya que una de las
cosas que siempre me han preocupado es devolver un poquito, a veces me
desagrada hacer cosas y cosas para el público de afuera y eso es chévere pues
te da dinero, pero me pregunto ¿Y para acá no vas a hacer nada? Parte de mi
empeño es participar en las invitaciones que me hacen si está en mis manos, es
una especie de retribución pues uno quiere hacer cosas en el sitio donde uno
vive, así esas exposiciones no generen un retorno económico en general.
SB: ¿Te ha tocado pagar Payola en alguna
forma?
En el 2005
me llegaba mucho correo spam acerca de un libro de los artistas eróticos más
famosos que iban a editar en Miami o Londres y con la modesta suma de 150 dólares
te incluían en el libro y te hacían famoso, lo cual nunca me interesó y no
tenía la suma. Ahora con la crisis
surgió otro tipo de “Payola”, donde organizan una colectiva y cada artista debe
hacer un aporte para cubrir los costos, pintura, vigilancia, etc., y estamos
tan mal que lo comprendo, pero no he participado en eso.
Yo he llegado sólo hasta compartir el monto de venta de una obra, donde el 40% va para los organizadores y el 60% para el artista.
SB: ¿Cómo te ves en 20 años? ¿Tienes alguna idea? ¿Piensas en eso?
Antes yo
hacía mucho ese ejercicio, pero después del Covid me di cuenta que el mejor
ejercicio es tratar de verme el mes que viene (Risas). Si algo nos ha enseñado
este siglo es que esos ejercicios de vernos a largo plazo son innecesarios y
poco certeros, no soy irresponsable pero ya no me hago proyecciones absurdas. Aunque mi plan es estar vivo en 20 años, eso
sí.
SB: ¿Qué le dirías al Jesús Torrealba adolescente?
Si lo pudieras tener ahora frente a ti, por un minuto, ¿Qué crees que debería
saber ese chamo?
Le diría
mil cosas porque veo que hoy en día si las cosas se hubiesen hecho de otra
manera tendría otros resultados, pero estoy seguro que ese chamo no me hubiese
parado bolas, porque yo hoy soy la antítesis de lo que era en aquella
época. Sería inútil, somos dos personas
tan diferentes. Ese ejercicio sí lo hago
a menudo, me pregunto si se me atravesara alguien como era yo a los 15, 20 o 30
años, no lo soportaría, osea “sonaríamos” como decía Mafalda (Risas).
SB: Si yo tuviera el poder de colocarte en
cualquier época o momento específico de la historia humana ¿En cuál preferirías
estar y por qué? Esta es una pregunta tipo Miss, tipo concurso de belleza
(Risas)
Entonces
te voy a responder como Miss (Risas). Mejor déjame quieto aquí, esos
experimentos con otras épocas no me cuadran, es que uno idealiza todo. Yo no
jugaría con el destino ni de vaina, ni siquiera estoy diciendo que estoy aquí
por algo pero seguramente no estoy en algún otro lado por algún motivo y no
quiero averiguarlo (Risas).
SB: ¡Ninguna Miss hubiese respondido eso! ¡De ninguna
época! (Risas) Jesús, ya para culminar y agradeciéndote de nuevo tú buen ánimo
por prestarte voluntariamente para este experimento, solo una última pregunta:
Es muy probable que esta entrevista la lea un jovencito que está justo comenzado a dibujar en este momento y soñando ¿Qué dejarías acá escrito que le pueda servir? ¿Qué le soltarías?
Le diría:
Aprende inglés, después que tengas cierto nivel de experticia no regales el trabajo
y nunca creas que llegaste a donde querías llegar porque en el momento en que tú
dices “Dibujo muy bien”, dejas de mejorar.
Ahorita estás aprendiendo, pues a los 80 años seguirás aprendiendo y si
en el proceso llega algún momento en que dejas de aprender, vas para atrás. El
mismo espíritu que tienes ahorita debes mantenerlo a lo largo de los años, el
mismo análisis, la comparación, la búsqueda de errores ah y ponle una
servilleta a la parte baja de tu mano cuando estés trabajando a lápiz porque si
no vas a ensuciar el papel. (Risas)
SB: Amigos de Suburbia Books, esta fue la entrevista que celebramos hace poco con Jesus Torrealba, amigo de la casa y a quien queremos ver de nuevo muy pronto acá con nosotros. ¡Porque Jesús Torrealba es también un INTRANSI-GENTE! ¡Hasta la próxima!
Muy interesante la entrevista, algo poco común, disfruté leerla, muy jocosas y ocurrentes las historias de el, les deseo muchos éxitos a los dos,
ResponderEliminarMuy divertida la entrevista!
ResponderEliminarMaravillosa entrevista!!!! La adoré
ResponderEliminarKudos,
ResponderEliminarZe