EVA, UNA FRÍA DESPEDIDA -By Sheikong-
–Piensa muy bien lo que vas a hacer, esto no es normal–Le dijo Eva–
–¿Y que es normal? ¿Qué vayas buscando a otro que te lleve más lejos?
–¡No es lo que tú crees! ¡Estás confundido Marcel! ¡Eso está en tu
mente!
–¿Me estás diciendo que ahora el loco soy yo? ¿Es eso?–Marcel no paraba
de gritarle–
–Mira, te prometo que si bajas el cuchillo, vamos a casa y todo va a
cambiar, prepararé ese té con leche que tanto te gusta y conversamos. ¿Quieres?
–Lo dices sólo para calmarme, no aguanto más tus engaños Eva ¡No soporto
ni uno más!
–¿Marcel por lo menos podemos salir del río? ¡Me estoy congelando!
¡Anda, vamos a sentarnos en la orilla, en aquellas piedras grandes!
–¿Crees que no sé lo que haces?–Le pregunta Marcel a la que fue su amada
protegida por ocho meses desde que la encontró vagando en la carretera–
–Baja el cuchillo por favor y caminemos, ahí te explicaré todo–Le insiste
Eva ya que están hundidos hasta las rodillas en las frías aguas que bordean el
pueblo–
–Solo dime que he sido yo para ti todo este tiempo, cuando te conocí
estabas abandonada a tu suerte, sucia y con hambre. ¡Te di un hogar! ¡Solo
tenías que respetarme carajo!
–¿Y qué crees que hice? ¡Lo único
que he hecho es ser tu maldita sirvienta! ¡Día y noche lo único que hago es
servirte a ti y a tu postrada madre!–Grita Eva a viva voz–
–¿Sabes que me dijeron en el pueblo? Que sólo eras una vagabunda y una
aprovechadora, que en cualquier momento te vas a ir con el primer camionero que
pase hacia el norte y que no eres la persona que yo creo–Marcel reduce el tono
de voz y mirándola fijamente comienza a bajar el cuchillo–
–Vente amor, salgamos del agua, me voy a resfriar, todo va a estar bien.
Marcel parece acceder, aún con el cuchillo en su mano izquierda, la toma
del brazo y la conduce hasta unas grandes rocas que están a unos metros de
distancia.
–Gracias Marcel, siéntate a mi lado amor, nada es lo que parece mi
cielo–Usa un tono calmado luego de sentarse y le anima con un ademán a reposar
a su lado–
–Me han dicho cosas horribles de ti Eva, me cuesta creerlas.
–A ver, ¿Qué más te han dicho de mí?
¿Qué soy una peligrosa asesina además y que me voy a llevar tu dinero?
¿Qué me andan buscando por todo el sur? ¿Que no debes darme la espalda?–Le
pregunta en tono irónico mientras toma su mano–
–Estoy tan confundido, me han dicho mucho más que eso y no sé a quién
creerle–Marcel rompe en llanto hundiendo su cara en el pecho de ella–
Después de unos minutos de silencio donde el único sonido era el cauce
del agua rompiendo entre las rocas y el llanto de Marcel, Eva aprovecha de
quitarle el filoso cuchillo y mirando hacia el viejo puente, le dice:
–Amor mío, eres un buen hombre…de los muchos que he conocido. No me
quejo y Dios lo sabe, ¿Pero sabes qué? Debiste hacerle caso a los que te
hablaban de mí y ahora me traes a este sitio apartado. ¿Los hombres como tú
nunca aprenden verdad?
En ese momento Marcel levanta la cara asombrado por lo que escucha, por
unos segundos todo sonido desaparece, los ojos de Marcel se abren al máximo al
sentir como el frío metal del cuchillo se entierra en su abdomen hasta el
fondo, el profundo dolor punzante lo ahoga pero no tanto como la sonrisa en la
cara de Eva.
–Sí, Marcel. Soy todo lo que te
advirtieron pero tu querías ser el bueno, el mejor. Es cierto, voy hacia el
norte, allá encontraré a otro. ¿Quién se resiste a una dama en peligro? Por
cierto, no solo me llevo tus ahorros que inocentemente me confesaste su
escondite sino que también me encargué de tu madre antes de venir. “Sin
testigos no hay crimen” decía mi padre, querido Marcel. Te voy a extrañar buen hombre.
Marcel quedo tendido boca abajo en la gran roca, el corte le produjo un
caos interno y en minutos murió desangrado en el intenso frío escuchando la voz
de su Eva. Ella caminó hasta la carretera, al rato un camionero bonachón se
detuvo y la subió con la promesa de protegerla del clima.
–¡Ay gracias! ¡Qué hombres tan buenos hay por aquí! ¿Cómo te llamas
amiguito?–Le pregunta Eva con voz melosa–
–¡Me llamo Marcel…para servirte lindura!
–Qué casualidad chico, nos vamos a llevar muy bien. No lo vas a creer.
FIN
WoW bastante Fuerte pero interesante, me gustó bastante, sigue adelante te felicito
ResponderEliminar¡Gracias Ruben! Siempre alli apoyandome bro. ¡Gracias!
ResponderEliminarGenial...de pronto imaginé un deja-vu para ella al final cuando apareció el otro personaje Marcel.
ResponderEliminarOliver! Un abrazo! Pues si, puede haber varios finales, la idea del DEJA VU esta bien interesante y otras mas que tenia disponibles, pero decidí dejar el mal sabor del escape de Eva, la muerte del buen Marcel y su madre y la próxima victima. Continuará Oliver?
ResponderEliminar¡Impactante! Las grandes piedras, luego la gran roca, testigos muy significativos. Muy acertada metáfora de sus pobres vidas y de sus pobres almas. Éxito Luis.
ResponderEliminarGracias Monica! Asi es...la miseria humana en pleno acto principal. El gelado río como testigo, las rocas, el viejo puente. Dicen mucho.
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