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jueves, 6 de enero de 2022

EVA, UNA FRÍA DESPEDIDA -By Sheikong-



EVA, UNA FRÍA DESPEDIDA -By Sheikong-

–Piensa muy bien lo que vas a hacer, esto no es normal–Le dijo Eva–

–¿Y que es normal? ¿Qué vayas buscando a otro que te lleve más lejos?

–¡No es lo que tú crees! ¡Estás confundido Marcel! ¡Eso está en tu mente!

–¿Me estás diciendo que ahora el loco soy yo? ¿Es eso?–Marcel no paraba de gritarle–

–Mira, te prometo que si bajas el cuchillo, vamos a casa y todo va a cambiar, prepararé ese té con leche que tanto te gusta y conversamos.  ¿Quieres?

–Lo dices sólo para calmarme, no aguanto más tus engaños Eva ¡No soporto ni uno más!

–¿Marcel por lo menos podemos salir del río? ¡Me estoy congelando! ¡Anda, vamos a sentarnos en la orilla, en aquellas piedras grandes!

–¿Crees que no sé lo que haces?–Le pregunta Marcel a la que fue su amada protegida por ocho meses desde que la encontró vagando en la carretera–

–Baja el cuchillo por favor y caminemos, ahí te explicaré todo–Le insiste Eva ya que están hundidos hasta las rodillas en las frías aguas que bordean el pueblo–

–Solo dime que he sido yo para ti todo este tiempo, cuando te conocí estabas abandonada a tu suerte, sucia y con hambre. ¡Te di un hogar! ¡Solo tenías que respetarme carajo!

–¿Y qué crees que hice?  ¡Lo único que he hecho es ser tu maldita sirvienta! ¡Día y noche lo único que hago es servirte a ti y a tu postrada madre!–Grita Eva a viva voz–

–¿Sabes que me dijeron en el pueblo? Que sólo eras una vagabunda y una aprovechadora, que en cualquier momento te vas a ir con el primer camionero que pase hacia el norte y que no eres la persona que yo creo–Marcel reduce el tono de voz y mirándola fijamente comienza a bajar el cuchillo–

–Vente amor, salgamos del agua, me voy a resfriar, todo va a estar bien.

Marcel parece acceder, aún con el cuchillo en su mano izquierda, la toma del brazo y la conduce hasta unas grandes rocas que están a unos metros de distancia.

–Gracias Marcel, siéntate a mi lado amor, nada es lo que parece mi cielo–Usa un tono calmado luego de sentarse y le anima con un ademán a reposar a su lado–

–Me han dicho cosas horribles de ti Eva, me cuesta creerlas.

–A ver, ¿Qué más te han dicho de mí?  ¿Qué soy una peligrosa asesina además y que me voy a llevar tu dinero? ¿Qué me andan buscando por todo el sur? ¿Que no debes darme la espalda?–Le pregunta en tono irónico mientras toma su mano–

–Estoy tan confundido, me han dicho mucho más que eso y no sé a quién creerle–Marcel rompe en llanto hundiendo su cara en el pecho de ella–

Después de unos minutos de silencio donde el único sonido era el cauce del agua rompiendo entre las rocas y el llanto de Marcel, Eva aprovecha de quitarle el filoso cuchillo y mirando hacia el viejo puente, le dice:

–Amor mío, eres un buen hombre…de los muchos que he conocido. No me quejo y Dios lo sabe, ¿Pero sabes qué? Debiste hacerle caso a los que te hablaban de mí y ahora me traes a este sitio apartado. ¿Los hombres como tú nunca aprenden verdad?

En ese momento Marcel levanta la cara asombrado por lo que escucha, por unos segundos todo sonido desaparece, los ojos de Marcel se abren al máximo al sentir como el frío metal del cuchillo se entierra en su abdomen hasta el fondo, el profundo dolor punzante lo ahoga pero no tanto como la sonrisa en la cara de Eva.

–Sí, Marcel.  Soy todo lo que te advirtieron pero tu querías ser el bueno, el mejor. Es cierto, voy hacia el norte, allá encontraré a otro. ¿Quién se resiste a una dama en peligro? Por cierto, no solo me llevo tus ahorros que inocentemente me confesaste su escondite sino que también me encargué de tu madre antes de venir. “Sin testigos no hay crimen” decía mi padre, querido Marcel.  Te voy a extrañar buen hombre.

Marcel quedo tendido boca abajo en la gran roca, el corte le produjo un caos interno y en minutos murió desangrado en el intenso frío escuchando la voz de su Eva. Ella caminó hasta la carretera, al rato un camionero bonachón se detuvo y la subió con la promesa de protegerla del clima.

–¡Ay gracias! ¡Qué hombres tan buenos hay por aquí! ¿Cómo te llamas amiguito?–Le pregunta Eva con voz melosa–

–¡Me llamo Marcel…para servirte lindura!

–Qué casualidad chico, nos vamos a llevar muy bien. No lo vas a creer.

FIN

6 comentarios:

  1. WoW bastante Fuerte pero interesante, me gustó bastante, sigue adelante te felicito

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  2. ¡Gracias Ruben! Siempre alli apoyandome bro. ¡Gracias!

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  3. Genial...de pronto imaginé un deja-vu para ella al final cuando apareció el otro personaje Marcel.

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  4. Oliver! Un abrazo! Pues si, puede haber varios finales, la idea del DEJA VU esta bien interesante y otras mas que tenia disponibles, pero decidí dejar el mal sabor del escape de Eva, la muerte del buen Marcel y su madre y la próxima victima. Continuará Oliver?

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  5. ¡Impactante! Las grandes piedras, luego la gran roca, testigos muy significativos. Muy acertada metáfora de sus pobres vidas y de sus pobres almas. Éxito Luis.

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  6. Gracias Monica! Asi es...la miseria humana en pleno acto principal. El gelado río como testigo, las rocas, el viejo puente. Dicen mucho.

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