UN HOMBRE EXITOSO -By Sheikong-
Hablando conmigo
mismo, creo que estoy listo y no tengo miedo. Emerger de un seno familiar desprovisto
me generó un gran deseo de surgir y hoy puedo concluir que no lo hice nada mal,
soy mucho más grande que todos mis sueños juntos y tengo mis argumentos. Disfruté de la grata compañía de tres consortes,
eso es lo que hace un gran hombre, uno exitoso.
Los hombres de negocios somos familiares por convicción, como nuestros
pares sicilianos. Ninguna de ellas se
atrevió a prodigarme una visita acá en mi lecho de muerte y no me incomoda en
lo absoluto, les otorgué una vida llena de privilegios e hijos, grandes
aspiraciones tratándose de unas mujeres bastante comunes. Fueron tres compañeras
maravillosas llenas de virtudes pero ninguna logró equipararse a mi paso y terminaron
descartadas, eso sí, muy bien acomodadas, yo era el objeto constante de sus
quejas, no así mi caudal.
Puedo asegurar
que mis hijos varones son tan exitosos como lo soy yo, todos casados con damas
de su mismo nivel, excepto el pequeño Teódulo que resultó ser un moderno soñador
ecológico de esos que creen salvar el planeta a diario. Teo es el único
perdedor de mi camada y no por eso lo aparté, tiene su futuro asegurado y un
lugar reservado en alguna de mis juntas
directivas para el día en que decida dejar de hacer el ridículo.
Aún me considero
una muy buena persona y para respaldar mi aseveración diré que mi grupo de
empresas queda completamente blindado con fideicomisos productivos e
inversiones programadas que convertirán a mis socios en unos hombres tan ricos
que no sabrán qué hacer con tanto dinero, eso no lo dudo.
Para definirme
un poco, nunca fui de esos risueños empresarios generosos que obsequian su
dinero a cambio de loas sentimentales, yo era de los que invertían
razonablemente, apostaba al ganador o manipulaba los resultados, pero no iba a
deshacerme de lo que tanto me costó amasar.
Competí en la vida y gané, destrocé sin dudar a aquellos que se
consideraban mi competencia o pretendían
serlo. Mi estilo despiadado les sorprendía, les tomaba por sorpresa pero
también los seducía y terminaban a mis pies, como todos.
Tanta tensión
deterioró gradualmente mi salud, justo antes de entrar en la fase terminal tuve
la reunión más curiosa de todas, sabiendo que ningún familiar estará presente
en mis exequias me di a la tarea de contratar a una agencia que oportunamente se
encargará de todos los detalles: Tendré un funeral de alto nivel que incluye no
solo el mobiliario, locación, decoración y una selecta degustación acorde a la
ocasión, sino que la agencia en cuestión también proveerá los invitados quienes
son actores muy serios que fingirán dolor, tristeza y algo de lágrimas aunque
no en ese orden. El casting fue realmente
muy variado y tuve el tino de anticiparme a escoger personas caucásicas, por
aquello de la higiene, estoy seguro que me comprenden.
Sus servicios
son de vara alta, me ofrecieron una carta de funerales inspirados en varias
culturas, podía escoger el tipo americano con sus discursos habituales, también
el tipo indio más no hinduista, el de corte mafioso italiano, el de tipo creole
común y el más curioso de todos: el judaico.
Incluye un costo adicional exorbitante pero justificado para que un
rabino convierta mis restos al judaísmo y hasta puedo escoger la circuncisión
post mortem, para evitar las molestias que podemos imaginar.
Lo logré todo en
la vida, pero estoy muriendo solo, espero la muerte con curiosidad. Nadie ha
venido y no creo que lo hagan, están atendiendo sus propios éxitos, justo como
yo les enseñé, a fin de cuentas soy un hombre exitoso. Qué mierda.
FIN
El éxito y la felicidad aveces toman caminos diferentes al final
ResponderEliminarMe pareció muy bueno, bastante corto pero nutritivo, excelente, espero el próximo,te felicito
ResponderEliminarÁcido.Pero me encanta.Sigue relatando lo que vez con ese sentido de la realidad tan descarnada.Te felicito.
ResponderEliminarMe encantó, muy duro pero real
ResponderEliminarAunque es un relato corto,tiene un amplio significado. Ecelente chamaco. 👏👏👏👏
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