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jueves, 24 de febrero de 2022

EL CORTE PRECISO -Sheikong-

El doctor Izarra nunca imaginó lo que le esperaba en casa, dejaba atrás un día compuesto por cuatro jornadas quirúrgicas, varias visitas a la unidad de cuidados intensivos y algunas consultas programadas, estaba tan agotado que no se ocupó mucho de sí mismo y sólo anhelaba su cama.

En el umbral de la puerta de su casa recordó que su maletín de oficio quedó dentro del auto pero ya no había vuelta atrás, el cansancio ganaba esta vez y además ¿Qué podía salir mal? En casa sólo lo esperaba su perrita Bailey, quien ocupaba toda su atención actualmente.

Al entrar enfila directo hacia el cuarto pero al pasar frente a la cocina se le presenta una situación inusitada, de esas que sabes cómo afrontar e igual te toman por sorpresa. Se acerca con seguridad, esa misma que te otorgan tantos años de experiencia.  Toma unos segundos para pensar que hacer, todo está dentro de sus competencias ya que no sólo fue un alumno aventajado en la facultad sino un excelente profesional alabado por su buen pulso, el cual le ha traído no menos reconocimientos y laureados momentos entre colegas.

Sabe que debe observar los detalles, allí radica el éxito de cualquier procedimiento. La temperatura no está de su lado aunque por el momento sabe bien que puede continuar así, recuerda de nuevo su maletín olvidado en el asiento trasero del auto, decide hurgar en las gavetas de su hermosa cocina y redescubre una gama de afilados cuchillos.  Debe tomar una pronta decisión, el tiempo corre y siempre es clave, son pasadas las once de la noche y no hay muchas alternativas a esta hora en ese lado de la ciudad.

Se toma el tiempo para escoger la herramienta adecuada que resulta ser un chuchillo pequeño, puntiagudo y de cacha blanca, no recuerda haberlo utilizado antes pero esta vez no dudará en hacerlo, es liviano, de fácil manejo y de corte bastante exacto.  Lava sus manos lo mejor que puede aunque nunca como en la sala preliminar de la clínica pero sabe que servirá, toma el cuchillo con su mano derecha mientras fija su equilibrio con la izquierda.

Comienza a hacer el corte, la puntilla hace su trabajo, sabe muy bien que debe ser longitudinal si desea que todo resulte como quiere, lo ejecuta con la velocidad y precisión exacta para evitar desmembrar, lo último que desea es crear un daño mayor, es mala hora para buscar opciones.

Está listo, lo ha hecho. El corte fue exacto y muy preciso. El último "slice" de pizza ya está cortado justo por el centro, ese que quedó olvidado dentro de la caja en la nevera, una mitad para el buen doctor y la otra para la perrita Bailey que observó muy atenta la tensa operación.  Esta será la cena de ambos, ahora a descansar y mañana será otro día.


6 comentarios:

  1. WoW por momento creo que se trataba de una cirugía para el mismo, mucho suspenso, jajaja al final se descubre la trama, te felicito

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  2. pensé que era una cirugía para la mafia..

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  3. Quedo muy bueno el manejo del suspenso y el final inesperado. Vas mejorando la técnica, felicidades.

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  4. Al inicio creí que era un choro, luego pensé en la perrita y de último en él! Desenlace inesperado ;-)

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