LA PRESENTACION
¡Estamos al aire en…tres…dos…uno! Era la señal que esperaba el afamado entrevistador Don Mephisto para dar comienzo a una nueva edición de su afamado programa “Sábado Radiante” el cual se transmite con un alto índice de audiencia desde hace más de veinte años en la ciudad de Miami. El ambiente en el estudio está a congelar, las luces protagónicas, los técnicos, sus cuatro asistentes cuidando cada detalle y el público, ¿Qué sería de Don Mephisto sin su fiel y consecuente público? Sabe bien que se lo debe todo a ellos y no desperdicia oportunidad para realizar memorables entrevistas. Se va acercando el momento de comenzar el segmento central, está presto, acartonado pero dispuesto a entretener como todos los sábados en la noche y así comienza:
–¡Tengan todas y todos muy buenas noches! Es para mí una hemorragia de placer presentarles a quien ha sido el más grande exponente de la literatura hispanoamericana en el mundo desde hace treinta años, laureado por demás y merecedor de una pluma exquisita, ¡Recibamos con un fuerte aplauso al maestro Gabriel Vargas Prosa! ¡Bienvenido maestro a nuestros estudios! (Aplausos, muchos aplausos)
LA ENTREVISTA
–Gracias Don Mephisto, creo que es un gusto estar acá–Responde parcamente–
–¡Maestro Prosa, le pregunto: ¿Qué siente al ser nominado al Nobel de Literatura?
–¿La verdad? Nada en particular, fue un manuscrito reciclado, soy afortunado por eso.
–¡Vaya! ¡Noche de revelaciones! ¿Por qué nos dice eso maestro?
–Es la verdad, las finanzas de la academia están muy mal a raíz de la pandemia y por mutuo acuerdo se decidió relanzar a un autor latino como primicia, pero no lo es.
–Es usted el autor vivo más exitoso de los últimos años, ¿No es fabuloso coronar su carrera con un premio de tal envergadura?
–Don Mephisto, mis obras anteriores se venden por millones en todo el mundo y en más de setenta idiomas, mis preventas hacen ricos a muchos, pero no es suficiente.
–¿A qué se refiere con exactitud Maestro?
–Al siguiente hecho comprobado: Nadie me lee –Una vez dicha esta frase, un silencio se apodera del estudio, las miradas se cruzan, algunos se inquietan por demás–
–¿Cómo es posible que un escritor record universal diga semejante cosa?
–Don Mephisto, a mí nadie me lee –Insiste el entrevistado con gran dejo de tristeza–
–¿Maestro desea tomarse un descanso? ¿Quiere usted hacer un break? Lo noto agotado.
–No, no lo necesito, prefiero explicar mi afirmación.
–No es necesario explicar Don Gabriel, para nada. Sigamos con la entrevista, por favor.
DETRÁS DE LAS CÁMARAS
A unos metros de distancia se encuentran su manager junto al máximo representante de Suburbia Books Inc., afamado grupo editorial que defiende su obra y posee los derechos universales para explotarla, así como también están sus abogados y los directores de marketing regionales.
–¡Con este viejo loco siempre pierdo la paciencia! –Susurra su manager y amigo–
–¿En serio te preocupa tu paciencia? Estamos a minutos de perder millones de dólares si lo hace de nuevo –Afirma el director de la editorial–¡La va a cagar!
–Estamos atentos a cualquier contingencia –Dice uno de los abogados impulsivamente–
–¡Puede generar miles de likes! Diga lo que diga lo transformaremos en dinero –Intervino uno de los directores de mercadeo reconociendo la oportunidad–
–Bueno, ahí vamos de nuevo, ojalá salgamos de ésta, la fecha del Nobel está muy cerca y todo esta listo y arreglado ¿Qué podría salir mal? –Ríe nerviosamente quien ha sido no solo su amigo durante tanto tiempo sino también el manejador de su éxito mundial–
LA REVELACIÓN
¿Qué cómo sé que no me leen? –Volviendo a la entrevista, el invitado continúa con su exposición de motivos– En eso que llaman redes, realicé un comentario acerca de “Cirilo”, comenté que era un personaje incidental de mi libro más vendido a nivel mundial, en cuestión de horas recibí más de cinco millones de likes, cientos de comentarios acerca del mencionado “Cirilo” y se convirtió en tendencia mundial durante varios días, fue realmente algo muy impactante Don Mephisto lo que me sucedió.
–¡Claro! ¡Creo recordar algo! Como no! –Interrumpe el presentador tratando de quedar bien–
–¿Y sabe usted qué sucedió con ese personaje? ¿Alguien recuerda cómo termina? ¿Quién podría mencionar al menos un detalle? ¡Ah! ¿Quién se atreve? ¡Coño! –Se levanta el escritor para prodigar una mirada acusatoria a todos y nuevamente un profundo e incómodo silencio se apodera del frío estudio de grabación–
–Ahora no lo recuerdo maestro, ¡Aunque claro que leí el libro! Lo tengo en casa, junto a toda su obra al igual que todo nuestro querido público–Afirma el entrevistador con la intención de salvar el incómodo momento, pero se ve interrumpido–
–Don Mephisto, escúcheme bien: La verdad es que ese personaje nunca existió en mi novela. No está y nunca estuvo. ¿Ahora lo ven? ¡Nadie me lee! ¡Pura falsedad! ¡Redes de mierda! –Tal sentencia fulminó las intenciones de un programa de entretenimiento familiar, dejó a todos sin habla en los hogares y sepultó la entrevista a un punto desde el cual resultaría muy difícil salir.
El silencio reinó por varios segundos. Mientras su manager se cubría el rostro, sus abogados quedaron confundidos y sus directores de mercadeo maquinaban como sacar provecho de tal situación. El público en las gradas no hablaba, todos callaron quizá por vergüenza o ignorancia y sólo se escuchó un altavoz dando punto final:
–Gracias a todos, buenas noches…vamos a comerciales.
FIN